MARATON DE VIÑA 2018 || Barbara Stanley
Porqué corres? Siempre preguntan eso. Te envuelve una magia al sentir los pasos rebotar contra el pavimento, mientras coordinas cada pisada con la respiración. Al avanzar por las calles, y mientras el resto del mundo continúa en su mundanal existencia; uno despega su mente liberandose de las dolencias fisicas y emocionales. Es el momento en que el agotamiento de lo terrenal permite recargar la esencia de mi ser. Soy yo. Soy libre.
Siempre consideré correr maratones una actividad superhumana, fuera de mi alcance. Corría desde adolescente pero sin entrenamiento formal. Solo sabía que tenía mucha resistencia, pero nunca supe de ritmo ni distancia (no soy millenial).
Al conocer mas tecnología, caché que en realidad corría harto. Me inscribí a carreras cortas, y me divertía mucho. En 2014 quise correr 21k en viña, pero me fracturé el tobillo izquierdo impidiendo mi carrera. Igual fui a buscar la polera.
Al inicio del año 2017 en medio de un descalabro emocional, con exceso de trabajo, terminando el postgrado y manteniendo el hogar sola; decidí hacer la maratón. Se dice que “Mujeres solas corren más”. Debe ser cierto. Completé y cumplí. Posterior a esto supe que necesitaba mas ayuda para seguir corriendo. No puedes hacer todo sola.
Me inscribí al club despues de terminar el postgrado. Me costó al comienzo. Me di cuenta de que era lenta, y que tenía mucho trabajo por delante.
Conocí personas nuevas, que compartían el mismo gusto por el running.
Coach Hardy me emparejó con Mari (Marianella), mi gemela de entrenamiento y corrimos juntas, conversamos, nos reímos y hicimos el primer largo las dos.
El segundo largo fue desfasado por mis turnos; Hardy dio aviso de mi recorrido, y me salieron a apoyar del club. Llegó Francesco con agua justo en el momento que comenzaba a sentir sed. Fue maravilloso. Luego me apoyó la Mari.
Despues del tercer largo, comencé con dolor en el sitio de inserción de la banda. Mal. Empeoró despues de la media maratón de Puerto Varas. Sentí miedo de que no iba a poder correr la maraton. Bajé el ritmo de entrenamiento. Agregué mas horas de piscina y bicicleta estática para disminuir el dolor. Hardy me acortó el tercer largo para evitar exacerbar la lesión.
A una semana de la maratón, con kine casi diario; comienzo a hacer la dieta. Ensaladas con proteinas los primeros dias; luego hidratación intensa y carga de carbos. La ultima corrida pre maraton fue despues de terminar un examen de un curso de reanimación neonatal, por lo que no pude ir a la tallarinata del club. Corrí 6k lentos junto a Francesco, mandando una foto de los dos abrazados a los chiquillos de la tallarinata, confirmando que sus sospechas tenían fundamento. No me dolió la rodilla.
Desperté el domingo 7 de Octubre despues de haber dormido como nunca, toda la noche. Francesco me hizo desayuno pan con mermelada y café – el mismo desayuno que ensayé las ultimas tres semanas para que no me cayera mal.
Pasamos a buscar a la Mari, que estaba electrica de emoción y ansiedad por la carrera. ¡Llegó tan rápido el día!
Nos encajonamos después de calentar. Estaba Nano, Omar la Mari y Pauli. No vi a los chiquillos de 21k, estaban en otro pasillo; pero le mandé mis vibras positivas mentalmente a la Pity en sus primeros 21k.
Ahora a enfocarme a la carrera; Dormi bien, comí lo mismo de siempre, me hidraté correctamente, cargué adecuadamente los carbos, hice del 1 y del 2. Llevabamos meses entrenando para este día. Todo estaba en orden. Solo podía fallar la rodilla, pero no iba a enfocarme en eso. No sentía nervios! Estaba demasiado tranquila. Quería disfrutar la carrera, el día.
-a cuanto iba a correr?: ritmo comodo. No me apuraré.
El clima estaba espectacular. Nublado, leve llovizna; y el mar : hermoso.
Partí tranquila. Sin musica. Había mucha gente!!
Llegando a viña estaba la banda de la armada tocando musica de Rocky- me encanta.
Luego aparece Robyn, una gringa que entrena en el club que hacía 21k. Quiere hacer 42k en santiago. Nos fuimos conversando, riendo. Terminando en valpo, recien veo el reloj e iba muy rápido. Adios Robyn! Inicié los audifonos; pero eran unos conciertos de Bach. Estaba tan tranquila, que lo dejé. Mejor reservo la musica roquera para cuando esté mas necesitada de extra energy.
La vuelta a reñaca ni la sentí. Se pasó muy rápida, y a las dos horas de carrera pasaba el centro de reñaca. Estaba la Angelica que recien venía de maraton Buenos Aires y salió a apoyar al equipo. “Estoy como tuna! Me siento la raja!” Le grité pero no se si alcanzó a escucharme. Despues de salir de reñaca me alcanza Francesco en el mismo lugar que me habia llevado agua meses antes. Me hizo muy feliz verlo!
– anda a ver como está la Mari, va mas adelante. (siempre fue el plan que acompañara a la mari hasta el kilometro 24).
Despues de los 30k, sabía que mis reservas estaban agotandose. Me imaginaba los musculos desprovistos de glucógeno. Eso cansa un poco, pero ya estas con el ritmo en el cuerpo, y si es cómodo, puedes seguir corriendo. En la vuelta de Con-Con, entre el 34k-36k; sentí el gemelo derecho recogerse. Me dolió. Perdí un poco el equilibrio. Hasta ese momento habia ignorado el dolor de rodilla que quería aparecer.
-“No puedo parar. Si paro, no podré terminar la carrera.” Pienso.
Bajé el ritmo un poco. Cada vez que intentaba accelerar, se me apretaban los gemelos.
Ya queda poco! Estaba preocupada por la Mari. La había visto con cara de cansada, y la Pauli se tocaba la pierna.
El mp3 llegó a la parte de los musicales. Lo dejé. Dejaré la musica pesada para cuando la necesitaba.
Ahora faltaba muy poco. Pienso en cruzar la meta. Me repito: Tu puedes hacerlo. Lo que queda es lo que corres normalmente en entrenamiento! Demás lo terminas. Me imagino a mi Barbarita preguntandome cuantos kms corrí. Tan orgullosa de su mamá.
En el kilometro 39 queda nada!! Nos sacan una foto corriendo. Me siento demasiado feliz! Estoy a punto de terminar esta maraton! Porfavor que no me falle la pierna! Intento mantener el ritmo, porque ahora el gemelo me da tirones mas seguidos; pero no me voy a rendir. Eso es de perdedores. Seré lenta, pero no soy perdedor. Es el momento de cambiar la musica: soundtrack de Rocky. Me ayudó.
Llegando cerca de la meta; Francesco me besa; -“esta carrera es tuya, te espero en la meta.” Escucho a Claudita dandome animo, y aparece Patito con sus grabaciones y fotos (saca las mejores selfie corriendo). Llega Hardy y me acompaña unos metros dandome animo.
No me cabe la alegría! Estoy terminando ¡ y casi 40 minutos antes que el año pasado a pesar de la pierna!!
Cruzo la meta- “¡LO HICE!” le grito a Francesco y me cuelgo de un abrazo.Mas adelante estaba la Pity, radiante con sus 21k, la Pame tierna como siempre y Miguel (team Puerto Varas la lleva) todos me abrazan y felicitan.
Felicidad- Amor- Endorfinas. Cruzar la meta de una maratón es una experiencia inigualable. Hay que vivirlo para saber lo que se siente.